Probiótico: cuida y protege su microbiota
Mejora digestiva: Ayuda a que perros y gatos digieran mejor, evitando diarreas o estreñimiento.
Refuerza las defensas: Fortalece su sistema inmunológico para que estén más protegidos contra enfermedades.
Alivia alergias: Reduce reacciones alérgicas y problemas de intolerancias alimentarias.
Recuperación post-antibióticos: Restaura las bacterias buenas tras el uso de antibióticos.
Mejor absorción de nutrientes: Hace que aprovechen mejor los nutrientes de su comida.
Propiedades antiinflamatorias y antimicrobianas: Ayuda a combatir inflamaciones y mantiene a perros y gatos más sanos.